Parte de nuestra seguridad informática depende de la “S”

Siempre el tema de seguridad informática ha sido la piedra angular para expertos en la construcción de técnicas y protocolos. Tener la capacidad de abordarlo no es fácil y mucho menos en estos tiempos actuales y que diariamente se crea información de manera exponencial y el Big Data nunca se detendrá, este se construye segundo a segundo, y se ve reflejado en mayor capacidad de almacenamiento en dispositivos, en nuestros teléfonos inteligentes, en nuestros equipos de cómputo, en mejores herramientas de comunicación que soportan formatos de audio y video de alta calidad, en las mayores resoluciones de tipo 4k y 8k en videos cotidianos, películas en formatos casi desconocidos para nosotros: formatos streaming, BluRay, 3D.
Así como el aumento de datos es gradual, este se vuelve cada vez más difícil de controlar la seguridad en aquellos datos, es como tener expuestos nuestros muebles de casa a merced de cualquier persona y no poder protegerlos ya que no tenemos las herramientas para hacerlo ni las personas idóneas en quienes confiar. Esto se traduce en preguntas tales como:

Actualmente con la situación que vivimos, pasando por un confinamiento mundial, es cuando se debe y puede acceder al trabajo en casa A raíz de esto, se nos impulsa a utilizar herramientas tecnológicas para comunicarnos con nuestros familiares, amigos, vida laboral, en fin, necesitamos realizar actividades que antes realizaríamos de forma presencial ahora al mundo “virtual” y esto conlleva tener que tomar aire y ser decisivos a la hora de enfrentar el mundo digital.
El problema es que, con tanta inseguridad virtual…
¿cómo identifico que las páginas a las que accedo constantemente son fiables y seguras?
Para los expertos en tecnología y seguridad es fácil diferenciar los sitios web que publican páginas seguras y los que no. Aquí es dónde apunto al título del artículo: una letra “S” entrega la confiabilidad en nuestras transacciones, es como si esa letra “S” en la palabra seguridad hiciera la diferencia entre ingresar a mi sitio confiable o caer en manos de la delincuencia, pero…
Esto se debe a que las páginas seguras utilizan protocolos de seguridad como lo es el “Certificado Digital”, ésta es la herramienta que avala si se está en un sitio seguro, si podemos confiar en él y, por ende, seguir con nuestras actividades digitales.
Cuando ingresamos a una página web segura, nuestro navegador nos proporciona la información que posee todas las características de sitio seguro y podemos continuar (estos son letreros y mensajes que no tenemos la costumbre de revisarlos, o la mayoría no sabe que existen) es allí donde es nuestro punto de partida para la seguridad, la falta de este certificado que es un cifrado de comunicación segura para hacer que nuestra página inicie con el famoso protocolo httpS y no con http (sin la letra “s”).

Esta pequeña letra hace que la seguridad no sea vulnerada y así nuestros datos y posibles transacciones caigan en manos de personas fraudulentas, hasta las Naciones Unidas han caído en esta práctica y lo han tenido que publicar:

Recordemos que en esta época de confinamiento obligatorio donde no podemos trasladarnos para hacer, por ejemplo, nuestras transacciones bancarias personalmente, las personas se aprovechan y bombardean día y noche con mensajes de texto por medio de smartphones, mensajes en el correo electrónico, en nuestras redes sociales donde nos invitan a ingresar nuestros datos confidenciales, como el aviso de que han cerrado nuestra bancaria, o hemos sido beneficiados en subsidios del gobierno que no existen, o nos ganamos un premio extra por haber nacido en año par o impar, o que el Príncipe ha muerto y nos ha dejado una jugosa fortuna y debemos ingresar nuestros datos para hacerla efectiva.
Web Spoofing
Cada día se abren cientos de páginas que son suplantadas, a esta práctica se le conoce como Web Spoofing, se suplanta la página principal de cualquier compañía, banco, institución, etc, por otra la cual visualmente puede ser idéntica, pero apunta a acciones delictivas que quieren captar información confidencial.

Fraudes en línea
Se puede confiar en que los programas de nuestro equipo sean fiables, rogar para que el antivirus funcione correctamente y una vez que se alinean mis buenos deseos para el acceso… ¡ZAZ! ¿Qué pasa? Que el ingreso a la página web de la entidad bancaria a la que he accedido toda la vida donde confío estar en un lugar seguro, en realidad, ¡es una página suplantada!
Digitar mis credenciales de acceso en esa página “confiable” lo que hace es abrirle la puerta a todos los fraudes que puedan aplicar, ya habiendo suministrado los datos de inicio, con ellos evidentemente pueden hacer transferencias de dinero a otras cuentas y el dinero desaparece…en 3,2,1. Así mismo, al realizar compras virtuales en portales no seguros, entrego los datos de mis tarjetas de crédito con las cuales pueden realizar compras a nivel nacional o internacional.
A pesar de mi desesperación e impotencia al no poder controlar lo que está sucediendo a mí alrededor, se suma que no tengo ni un centavo para subsistir gracias a que no pude percatarme de la seguridad en las páginas a las que accedo.
Lo único que queda en estos casos es googlear e informarse de qué pasa y cómo se evitan estas prácticas de suplantación en las páginas web. Es necesario tomar precauciones y atender todas las recomendaciones dadas por entidades que regulan la materia.
Quién iba a saber que una simple letra haría la diferencia en la seguridad de mis datos personales.

Autor:
CAMILO SEPÚLVEDA ÁNGEL
Coordinador Ingeniería y Soporte
M&S HG®