
Un reto para la enseñanza y el aprendizaje disruptivo

¿Cómo manejar aquellos estudiantes denominados perturbadores del orden establecido o aquellos que no necesariamente encajan en el estereotipo esperado en un aula de clase?
Nos referimos a los estudiantes inquietos por las tecnologías o la ciencia, aquellos que tienen respuesta aparente para todo o cuestionan francamente la autoridad del docente, retando en muchas ocasiones a la autoridad, haciendo tambalear la confianza y la paciencia del más experto.
«Históricamente, aprender a pensar críticamente – como plantear imaginativamente preguntas y considerar múltiples perspectivas – se ha asociado con una educación de artes liberales, no con un plan de estudios de negocios. [La metodología] representa un cambio tectónico para los educadores y suele conducir a los alumnos hacía un contexto artístico y liberal.»
Esta pregunta hace posible que el docente se cuestione sobre el perfil de los estudiantes que tiene en su clase, pero también sobre la forma de interactuar e impulsar a este tipo de personas inquietas por saber, curiosas por comprender los fundamentos de un tema o las relaciones entre conceptos que frecuentemente no son los más tradicionales. Podríamos decir que, estos son estudiantes que no se conforman con el trabajo rutinario, memorístico o secuencial o que muchas veces son más artísticos, humanistas: los que hacen que el mundo se vea de forma distinta. Esta disrupción trae al maestro el reto de equilibrar en el estudiante ese libre albedrío científico propio de la investigación, de tal manera que este, mediante metodologías o tecnologías, pueda ir más a fondo para el análisis y resolución de un problema.
Es evidente que el docente, está llamado a investigar a profundidad nuevas tendencias y desarrollar habilidades de gestión en el aula, con el fiel propósito de hallar experiencias, historias, referentes y métodos para aplicar y evaluar los resultados constantemente, pero ¿qué rol juega la comunicación en un aula STEM+A? La comunicación con los estudiantes es fundamental, para manejar con éxito el clima escolar y no caer en un juego de poder. Existen metodologías como el Design Thinking, el aprendizaje colaborativo o la aplicación de nuevas rutinas de pensamiento, que logran que un enfoque disruptivo pueda ser orientado con propósito hacia la innovación, comunicación y el desarrollo de actividades creativas y de desarrollo de proyectos.

“El Design Thinking, y la simbiosis que promueve este modelo, permite identificar con mayor exactitud los problemas individuales de cada alumno y generar en su experiencia educativa la creación y la innovación hacia la satisfacción de los demás”.
El enfoque en el brainstorming, el trabajo de grupo y el respeto por las ideas de los compañeros ha producido resultados académicos muy positivos que han llevado los profesores a emplearlo de forma progresiva, sobre todo como complemento a otras metodologías modernas y recurriendo a la tecnología en el aula”.
Es claro que, los estudiantes quieren ir más allá y no se conforman con una respuesta básica e inmediata; al contrario, en las edades primarias y en la medida en que el niño va creciendo, esta habilidad se vuelve progresiva, destacable y evoluciona en avidez por preguntar, indagar, investigar y hacer las cosas de forma distinta. En este punto, el docente orientador no debe coaccionar o cortar ese potencial de talento, ya que: por un lado, puede convertirse en factor de deserción por desmotivación o frustración; y, por el otro lado, en una desventaja para enfrentar procesos de innovación donde esa avidez es clave.
Ahora bien, la articulación del STEM+A en las aulas híbridas es una oportunidad para profundizar en metodologías disruptivas y crecer a la par en habilidades blandas. Por eso, para potenciar esta disrupción se deben tener en cuenta los siguientes aspectos:

Comunicación asertiva en la forma de abordar el análisis desde múltiples perspectivas.

Argumentación basada en el respeto por la opinión del otro.

Práctica ética con el manejo de las respuestas y evaluaciones. Es decir, sin copiar o sin alterar los trabajos de otras personas.

Investigación e indagación basadas en el uso de tecnologías, de tal modo que facilite el descubrimiento de fuentes primarias y secundarias de información.

Uso de herramientas creativas para hacer lluvias de ideas, conectar relaciones aprovechando los mapas mentales, herramientas de diseño de sketch o la aplicación de teorías, hipótesis o alternativas de solución en laboratorios. Estos, son caminos que motivan y fomentan la iniciativa de los estudiantes.
Es por ello, que el docente STEM+A puede trabajar una filosofía de enseñanza en donde se potencie el respeto a las normas y a políticas institucionales, pero también donde se abran espacios para activar esa disrupción en procesos transmedia, creativos, artísticos y de innovación, de tal modo que impacten en procesos investigativos, al motivar una visión diferente de las cosas, aprendiendo del error y percibiendo el proceso más a fondo sin importar muchas veces el resultado. Por consiguiente, esto apoyará la búsqueda de propuestas y soluciones distintas a situaciones reales, que pueden estar al alcance de cada uno de estos estudiantes. ¿Qué retos trae este enfoque a los docentes? Entre muchos podemos destacar:

- “Formación continua e igualmente interdisciplinar del profesorado, que asume aquí tanto un rol de formador como, sobretodo, de gestor de conocimientos y metodologías a través de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), que integra el aprendizaje STEAM.
- Colaboración entre diferentes maestros de otras tantas disciplinas escolares. La integración de las distintas áreas del conocimiento que conforman la educación STEAM es imposible sin una buena comunicación entre los miembros del profesorado y su participación en los proyectos que hacen posible la aplicación de esta metodología en el aula.
- Creación de espacios físicos y pedagógicos en los que el alumnado pueda desarrollar cómodamente estos proyectos que muchas veces requieren de la cooperación y el trabajo en grupo para concretarse. Estos lugares deberían aglutinar los mismos requisitos que pueden encontrarse por separado en aulas de ciencia, ingeniería, matemáticas, tecnología y arte”. Aula planta 2017
Cuando se habla de la filosofía de enseñanza de un profesor o de un maestro que va a enfrentarse a retos de enfoque STEM+A, es importante destacar que se debe crear confianza y dar a los docentes la oportunidad de hablar sobre su enfoque personal y sobre los pilares de su método de enseñanza y aprendizaje. Lo anterior, posibilita la búsqueda de respuestas articuladas basadas, no solamente en las teorías o documentos donde reposan los modelos pedagógicos, sino también en la realidad de esa práctica docente.
Por último, debemos considerar que, el nuevo rol del maestro STEM+A no invita a ser un solucionador y sabedor de todo. Por el contrario, busca ser un orientador de soluciones, un motivador de experiencias de aprendizaje que promueve la comprensión y fomenta la colaboración entre diferentes disciplinas, para que, de este modo se pueda trabajar en pro de un compromiso que poco a poco puede ser viable y esperanzador para el estudiante del siglo XXI, quien a su vez, cada vez estará más comprometido con la búsqueda de nuevas oportunidades de crecimiento y sostenibilidad para el planeta y la sociedad

Escrito por: Maria Beatriz Castilla G.
Diseñadora Instruccional – Consultora en Aprendizaje TI y Estrategias para la Gestión de Conocimiento